Son Goku comía sopa de ramen, Guybrush bebía Grog en Monkey Island, Popeye el marino se alimentaba de espinacas, las Tortugas Ninja no podían vivir sin las pizzas... Por desgracia, nosotros, los humanos del Mundo Real™ no tenemos comida o bebidas mágicas que nos permitan fabricar experiencias de usuario inolvidables, pero sí podemos potenciar nuestras habilidades.
Mis creencias y experiencias vividas me hacen saber que un buen diseño no se crea en un momento de insipiración, es un proceso iterativo colaborativo entre múltiples equipos y los usuarios finales. Así es. Por desgracia, no existen productos mágicos, pero sé que lo más importante para un gran proyecto siempre son las personas. ¡Siento el spoiler!
Se dice que un buen diseño es como un ninja, no se ve. Pero para dominar con maestría ese superpoder necesitas un profundo conocimiento de tus usuarios, sus entornos y sus objetivos. Recuerda, joven padawan, «Tú no eres tu usuario». Falla, y falla lo más pronto posible. Esa es la razón por la que debemos validar nuestro producto, para asegurarnos que cubre las necesidades de nuestro usuario. Alguien dijo una vez sabiamente: ¡Iterar hasta el infinito y más allá!